¿Te preguntas a menudo por qué te sientes como un niño indefenso siendo adulto? Si es así, en este artículo me gustaría explicarte de dónde vienen estos sentimientos y cómo suelen crearse.
También es mi intención poder desmontar posibles creencias erróneas que tengas y ayudarte a identificar los escenarios donde es más fácil que se activen estos sentimientos.
¿Te quedas conmigo?
Qué hace que te sientas un niño indefenso
No puedo empezar el artículo sin comentar lo emocionalmente duro que puede resultar hacer frente a estos sentimientos.
Esta forma de sentir no solo te dificulta vivir y relacionarte de una forma sana y natural sino que también te obliga a arrastrar con pesados sentimientos de culpa derivados de cómo se supone que debes comportarte.
Me gustaría acompañarte de una forma empática en este artículo y no añadir más carga. Espero conseguirlo.
El motivo principal que hace que te sientas un niño indefenso es porque, efectivamente, dentro de ti existen recuerdos activos de tu niñez en la que viviste de forma reiterada diversas experiencias que te empujaban a defenderte pero donde no tuviste éxito porque eras pequeño.
Experiencias de abuso en el pasado.
Muchas personas que han sufrido algún tipo de abuso, por pequeño que sea, pueden llegar a normalizarlo para que estas experiencias no le generen una perturbación desmedida y pueda continuar con su vida de la mejor forma posible.
Por abuso, me refiero a cualquier acción que una persona haga sobre otra causándole cualquier daño aprovechándose de la edad, su fuerza, de una posición autoridad o de la superioridad numérica.
Cuando esa acción se repite y se repite sin que el afectado pueda pararlo… eso es abuso.
Te pongo por aquí abajo las principales referencias a abusos de las que suelen hablar las personas que contactan conmigo explicándome que llevan tiempo sintiéndose inseguros y vulnerables y que están frustrados con la vida que llevan:
Educación excesivamente autoritaria por parte de los padres:
Un padre tiene el deber moral de educar a sus hijos y además debe esforzarse en hacerlo lo mejor posible. Muchos padres tenemos en cuenta esto y lo hacemos tan bien cómo sabemos. Esto no nos quita de cometer errores, porque somos aprendices, y de seguir esforzándonos en hacerlo mejor.
Pero hay otros padres que utilizan la violencia para “educar” a sus hijos (aunque esta sea verbal) y esto es una forma de abuso.
Ejemplos de conducta de los padres que pueden hacer que te sientas como un niño indefenso siendo adulto:
Gritar al menor de forma reiterada (los gritos son siempre injustificados), desvalorizarlo diciéndole que no se entera o que parece tonto, pegarle, hacer caso omiso al niño cuando éste busca el consuelo de su padre, estar siempre castigando al pequeño o hacerlo de forma arbitraria y sin justificación, una educación muy severa que ahoga las posibilidades de diversión de la criatura, etc.
El acoso escolar:
Ya hace años que hay un ojo puesto en la forma cómo se relacionan los niños en las aulas. Esto ya es un avance.
Si tienes más de 40 años supongo que estarás de acuerdo conmigo en admitir que cuando éramos pequeños se daban muchos casos de abuso y acoso escolar que no se tenían en cuenta o pasaban inadvertidos.
En el pasado se normalizaba el abuso generado dentro de las aulas, el que se daba entre los alumnos y el generado por los profesores.
Igual que en el caso anterior, no es necesario que recibieras palizas de tus compañeros de clase para sentirte un niño indefenso en la actualidad. Bastaría con sentirte excluido, amenazado o arrinconado de forma reiterada durante un tiempo para generar ese sentimiento de indefensión prolongado.
Indefensión aprendida: El mundo deja de ser un lugar seguro.
Existe un concepto tipificado dentro de la psicología que explica muy bien cómo te sientes. Se trata de la indefensión aprendida.
Cuando un niño pequeño se siente vulnerado repetidamente y llega a la conclusión que no puede contar con la protección de sus figuras de referencia (padres, profesores, etc.) es muy probable que en el futuro acabe sintiéndose indefenso ante situaciones en las que efectivamente podría defenderse.
Todo esto hace que la persona, probablemente sin darse cuenta de por qué le pasa, no quiera relacionarse mucho con otras personas e intente aislarse, le cueste mucho aceptar retos y se sienta cómo un niño indefenso en muchas ocasiones.
Existe un matiz positivo en todo esto que te explico y que no me gustaría que te pasase inadvertido:
Cualquier aprendizaje se puede desaprender y cambiar por otro nuevo. Aunque te sientas indefenso en muchas situaciones, en algunos de estos casos lo único que te dificulta hacerles frente es una creencia esculpida en tu mente por las experiencias vividas.
En realidad eres mucho más capaz de protegerte de lo que crees.
En este sentido, ¿Conoces la fábula del elefante encadenado? Aquí tienes un enlace de youtube que la explica de la mano de su autor. Explica de forma muy gráfica este aprendizaje negativo que dificulta tanto la vida a las personas que lo padecen y lo “evidente” (y complicado al mismo tiempo) que puede resultar cambiarlo por otro diferente.
Tú puedes superar la tristeza permanente
En qué momentos te sueles sentir un niño indefenso
Como en todos los problemas por los que pasa el ser humano aquí también existe un gradiente a nivel de intensidad, generando más o menos limitación a la persona.
El sentimiento de indefensión será más intenso si:
- Te atribuyes a ti mismo la creación de estos sentimientos: “Me siento indefenso por mi culpa”,
- Si piensas que no hay posibilidad de cambio: “Siempre será así”,
- Si atribuyes estos sentimientos a la globalidad de tu persona: “Soy una persona indefensa” en vez de “me siento indefenso en algunas situaciones”.
Creo que los 2 primeros puntos ya los he explicado arriba:
No es posible responsabilizar a un niño pequeño de su protección delante de figuras de autoridad. Lo que estás viviendo ahora es un reflejo del pasado, por tanto NO es tu culpa.
Por otro lado la indefensión aprendida se puede desaprender si consigues darte cuenta de la fuerza y el valor que en realidad tienes. No tiene por qué ser siempre así.
Respecto al 3er punto, te pongo 3 situaciones que suelen activar estos sentimientos de sentirte como un niño indefenso para que te de des cuenta que NO eres una persona indefensa, sino que hay situaciones que te hacen sentir así.
En la toma de responsabilidades
Convertirse en adulto implica la aceptación de responsabilidades. Probablemente ésta sea la mejor definición de adulto.
Por cierto, si te cuesta diferenciar entre responsabilidad y culpabilidad te dejo por aquí un artículo de mi blog que habla de eso.
Muchas veces las personas que se sienten indefensas tienen incrementados estos sentimientos sobre todo en el trabajo. Sienten que no van a ser capaces de realizar las tareas que se les pide y que serán “devorados” por sus superiores.
En realidad, estos sentimientos son una distorsión: si estás en este trabajo es porque eres bueno haciéndolo, sino ya no estarías en él.
Hay muchos trabajos que implican estar aprendiendo nuevas cosas constantemente y estar aceptando retos a diario. Está claro que este tipo de trabajos pueden llegar a ser muy abrumadores si tienes estos sentimientos de indefensión.
Defenderte ante una ofensa
Sí, lo reconozco. Es difícil responder de forma adecuada y balanceada a una ofensa cuando te sientes indefenso. Posiblemente te sientas bloqueado, con la boca sellada y clavado en tu sitio sin posibilidad de moverte.
Este tipo de experiencias activan de una forma brutal y súper rápida estos aprendizajes que te hablaba hace un rato.
Aquí es importante no culpabilizarte sino más bien ser muy amoroso e indulgente contigo mismo.
Próximamente escribiré un artículo sobre la comunicación asertiva, esa que se utiliza cuando uno dice lo que piensa de forma balanceada, sin ser agresivo o caer en la pasividad.
Formar parte de un grupo numeroso
Me refiero a un grupo lo suficientemente pequeño para no pasar desapercibido y poder ser considerado como integrante del grupo. Es decir, formar parte de un grupo de 10 o 15 personas.
Estas situaciones, aunque algunas de ellas se puedan considerar como lúdicas también suelen generar bastante estrés a las personas que se sienten indefensas como si fuesen niños.
En un grupo relativamente numeroso existe exposición y posiblemente no te sientas cómodo. Debido a eso es fácil que acabes teniendo tendencia a no salir con gente y te sientas algo aislado.
Conclusiones
Espero haberte dado suficiente información para ayudarte a no sentirte culpable por tener estos sentimientos y que puedas entender que no tienen que ser para toda la vida.
Me gustaría acabar este artículo compartiendo contigo un par de cosas más:
Te animo a que busques situaciones en tu vida en las que en realidad no te sientas como un niño pequeño, sino como un adulto, por simples que te parezcan. Tenlas muy presentes porque te ayudarán a darte cuenta que eres efectivamente una persona adulta.
No normalices estos sentimientos. El niño pequeño que se encuentra dentro de ti sigue necesitando esa protección que en su día no tuviste. Si lo normalizas es fácil que se sienta todavía más indefenso
Recuerda que estoy aquí para ayudarte en lo que necesites. Si has leído hasta aquí y te ha surgido alguna duda, puedes escribirla en los comentarios de más abajo. Te responderé encantado.
5 respuestas
Hola Samuel, muchas gracias por tu nota tan clara y acertada. Te cuento, que tengo 60 años, pero jamás me he sentido una persona grande, y siempre he visto a los de mí edad como personas grandes, como si hablara con adultos, desde un lugar de niña. Me encanta todo lo referido a niños, y cuando puedo me los compro. Y toda la vida mis relaciones han sido engaños, mentiras, y frustración tras frustración. Tengo un hijo de 20 años, y un día hablando, me dijo, yo siento que tengo que cuidarte porque te veo chiquita. Y no quiero que el sienta que tiene que hacerse cargo de mi y que no viva su vida libremente por mí problema.!!! Que puedo hacer? Muchas gracias!!!
Hola Mónica,
gracias por escribir este comentario. Creo que entiendo bien este sentimiento que me cuentas, el de vivir en el mundo de los adultos pero haciéndolo desde los ojos de una niña. Tal como escribo al final del artículo, puede ser de mucha ayuda lograr detectar situaciones de tu vida donde verdaderamente te hayas sentido como una mujer adulta. Mira a ver cómo te sientes en esas situaciones, físicamente cómo se encuentra tu cuerpo en esos momentos y que sueles decirte a ti misma. De esta forma tendrás una referencia personal a la que acudir cuando, según la situación que sea, vuelvas a sentirte de esa forma aniñada como comentas.
Espero que te sirva, un saludo
Samuel.
Buenas noches Samuel. Muchísimas Gracias por tu respuesta, me es muy útil. Y te comento que hace 20 días comencé terapia, gracias a tu video, y me está ayudando muchísimo en la toma de consciencia. Te mando un fuerte abrazo y que tengas un gran día 🙏✨🙌💜☀️👏
Hola Samuel, cómo estás? Verdaderamente es el artículo con el más identificado me he sentido, tengo 32 y sufro muchísimo por saber que siento todo lo que dice y sentir que siempre será así, es horrible e incluso con terapia hace 5 meses no veo mucho avance y mi novia ya quiere formar una familia 🙁
Hola Maximiliano. A veces los beneficios de la terapia se ven un poco más a largo plazo. Puedes comentar esto que me dices con tu terapeuta, a ver qué respuestas te da. Me alegro mucho que el artículo haya sido beneficioso para ti. Un abrazo y mucho ánimo en tu camino.