Psicólogo en Granollers (Col. 24842)

Consecuencias del abuso infantil en la adultez

5 Consecuencias del Abuso Infantil en la Adultez

Para mí ha sido un reto escribir un artículo sobre abuso infantil que conecte con la persona que los haya sufrido pero sin volverlo a traumatizar. Espero haberlo conseguido.

Las consecuencias del abuso infantil en la adultez suelen ser abrumadoras y generan mucha desestructuración en la persona.

Debido a esto, si tú has sufrido algún tipo de abuso siendo niño o niña, es muy posible que la información que voy a compartir contigo en este artículo pueda removerte un poco. Así que, voy a intentar escribirlo con el máximo tacto posible pero sin dejar de hablar de lo que creo que puede tener valor para ti.

Teniendo en cuenta todo esto, comentarte también que me gustaría huir todo lo que pueda de los marcos teóricos generalistas. Si en el artículo utilizo algún término técnico, intentaré aclararlo bien para que no te pierdas en tecnicismos.

Espero que este artículo te ayude a encontrar respuestas a estos sentimientos de inseguridad o vulnerabilidad que puedas estar sintiendo como adulto, si de niño sufriste algún tipo de abuso.

¿Por qué hay personas que abusan de los niños pequeños?

Así, de golpe, es muy difícil entender por qué los adultos abusan de los niños, ¿verdad? Y aun, es más incomprensible si ese adulto es una figura de referencia para el niño (un familiar o un maestro).

Pero ¿por qué hay padres que hacen daño a sus hijos o maestros que abusan de sus alumnos?

Mi intención no es la de justificar esas conductas ni ayudarte a que lo hagas tú. No hay justificación alguna para el abuso a ninguna edad, y mucho menos cuando hablamos de niños pequeños indefensos.

Quiero ayudarte a encontrar una posible explicación por el siguiente motivo:

Muchas veces, cuando un niño recibe cualquier tipo de abuso por parte de un adulto cercano, crece con la idea de que algo malo tiene que haber hecho, o de que es culpa suya… porque es incapaz de entender que alguien tan cercano pueda hacerle daño de forma deliberada.

Esta explicación sirve para quitarle culpa y presión a ese niño del pasado, que un día fuiste. A veces los adultos hacen cosas malas… porque no están bien.

Educación represora

Actualmente, es probable que los padres eduquemos a los hijos de una manera más conciliadora y respetando a la persona indefensa y vulnerable que tenemos delante.

Entendemos que ese niño o esa niña se están formando y solemos ser un poco más pacientes con ellos que probablemente en generaciones anteriores.

Es posible que la forma de educar del pasado fuese más dura y agresiva que la actual, hasta el punto de considerar como normales, actuaciones que actualmente se considerarían conductas abusivas.

Aunque se esté perdiendo este modelo represor, hay familias que siguen usándolo. No lo hacen, posiblemente, por convicción de que es un buen modelo, sino porque es la vía rápida para solucionar momentos de malestar que lo niños suelen generar en sus padres (al menos a corto plazo). Pegar gritos de forma sistemática, dar bofetadas u otras formas de abuso, dificulta el estilo familiar de colaboración que suele ser mucho más armónico y fácil a la larga.

La desestructuración familiar puede generar padres desestructurados

Muchas veces, los padres o maestros que llegan a abusar de los pequeños, han sufrido malos tratos o han vivido situaciones de abuso cuando eran pequeños.

Entender esto puede generar sentimientos ambivalentes:

Por un lado, descarga la responsabilidad en el adulto. Tal como te he dicho al principio, es posible que puedas entender que el problema no está en ti y que la persona que te ha hecho daño también ha sido víctima en su momento.

Por otro lado, si lo ves desde este enfoque es normal que puedas llegar a sentir rabia y está bien que la sientas. En el momento en que ya no te sientes culpable, sale a flote una necesidad de reivindicarte que puede movilizarte para buscar ayuda y gestionar todos estos sentimientos.

consecuencias del abuso infantil en la adultez

Una estrategia de defensa exagerada contra la vulnerabilidad

Esto tiene que ver con los apartados anteriores.

Cuando alguien se siente inseguro y muy vulnerable, puede llegar a tapar estos sentimientos de varias formas.

Yo suelo hablar siempre de 2, que son muy marcadas: la estrategia del He-man y la de la cenicienta.

  1. La estrategia del He-man, es la que utiliza la persona que se muestra duro y agresivo para esconder esos sentimientos de vulnerabilidad.
  2. La estrategia de la cenicienta, es aquella que utiliza la persona cuando se abandona a esos sentimientos, obligando al resto a hacerse cargo de ella, ya que ella se siente incapaz de gestionarse a sí misma.
 

Una reacción desproporcionada usando la 1ª estrategia suele generar comportamientos violentos y abusivos. En realidad lo que la persona está haciendo es tratar de “defenderse” de los retos naturales que los niños pequeños plantean a sus padres. Pero lo hace de una forma muy errónea.

Vuelvo a repetir que todos estos aspectos que pongo aquí, no son una justificación a cualquier situación de abuso que hayas podido llegar a sufrir. Bajo ningún concepto se pueden normalizar este tipo de conductas.

Espero que te sirvan, no solo para entenderlo, sino que también te ayuden a movilizarte y buscar ayuda profesional (yo puedo ayudarte con esto) para vivir con mayor confianza y seguridad en ti.

Consecuencias del abuso infantil en la adultez

Todas estas formas de abuso que he ido explicando anteriormente, acaban teniendo consecuencias en la etapa adulta. En este apartado me gustaría compartir contigo algunas de estas consecuencias:

Problemas cognitivos

Si has vivido problemas de abusos en la infancia es muy posible que de mayor puedas tener dificultades para concentrarte bien o que puedas llegar a tener más despistes de los habituales.

Todas estas dificultades de atención pueden quedarse en temas anecdóticos o ser un verdadero problema para gestionar bien el día a día.

En este último caso, la persona puede llegar a vivir en un estado de embotamiento emocional, como si no fuese capaz de contactar con sus sentimientos (sobre todo si están relacionados con los entornos de abuso vividos en la infancia).

La persona vive como si estuviese en un estado de desconexión intermitente que se suele activar cuando le vienen pensamientos intrusivos relacionados con las figuras de abuso, o cuando vive situaciones que le recuerdan aquellos momentos.

Este fenómeno se llama disociación, y puedes encontrar información un poco más detallada en este enlace que te pongo: https://psicologiaytrauma.es/disociacion/

Vivir de esta manera suele generar mucha confusión en la persona, por lo cual es importante que lo tengas en cuenta para ver si también te está pasando a ti y ponerle solución.

consecuencias del abuso infantil en la adultez

Dificultades en las relaciones de pareja

Para vivir una relación sana y estable de pareja, es importante sentir seguridad en uno mismo y también sentir que las relaciones íntimas no entrañan una amenaza en sí mismas.

Si has vivido situaciones de abuso de pequeño/a que se relacionan con tus figuras de referencia de aquella época (padres, familiares, maestros) es posible que las relaciones íntimas de la actualidad, te generen sentimientos de inseguridad. Porque es lo que viviste de pequeño.

En lugar de sentir que el espacio familiar era un espacio de seguridad y protección, sentiste que podría ser un lugar amenazante.

Creciendo así, es muy lógico que otros entornos de intimidad, como son los relacionados con la pareja, puedan ser peligrosos para ti.

Es importante que logres entender que todos estos sentimientos forman parte de una época lejana y que se activan por la similitud en las relaciones. También es importante que logres darte cuenta que ahora quien se relaciona con tu pareja es una persona adulta y no el niño pequeño que fuiste en su momento (aunque sientas que haya cosas de ese niño que se estén manifestando a día de hoy).

Y por si te lo puedes estar planteando ahora mismo: No, esto no es sinónimo de inmadurez. Es un mecanismo psicológico que se activa sin que tú seas consciente de ello.

Repetición de patrones con tus hijos

Aunque tengas muy claro que tus hijos no van a pasar por lo que tú pasaste, es posible que haya situaciones o formas tuyas de actuar con tus hijos, que te recuerden a la forma cómo te trataban en el pasado.

Muy probablemente no lo estés haciendo a propósito, sino más bien te sale de forma automática y sin control. Es fácil que estas formas de comportarte que escapan a tu control, te generen fuertes sentimientos de culpa.

Es muy importante que no te castigues por ello porque todo esto escapa a tu voluntad. Pero también es importante que, con mucho cariño y respeto hacia ti mismo, empieces a movilizarte para ponerle solución. Buscar ayuda externa puede ser un buen comienzo para lograrlo.

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Incapacidad para conseguir los objetivos que te propones

Si te encuentras en esta situación, entiendo la frustración que puedas estar sintiendo. Tiene que ser muy difícil de sostener el darte cuenta de que eres incapaz de ir consiguiendo retos y propósitos en la vida.

La base de la realización personal es tener una buena autoestima, y esta se construye cuando te sientes seguro de ti mismo y eres capaz de tener un concepto de ti positivo y sano.

No hace falta ser un “fuera de serie” o tener mucho éxito en la vida. Más bien, lo más importante es lograr convertirte en una persona amorosa y comprensiva hacia ti, capaz de aceptar con cariño los propios errores y vivir en colaboración contigo mismo y no en el autocastigo.

Dificultades para relacionarse con el resto de personas

Justamente, esto que acabo de escribir sobre vivir en colaboración contigo mismo, se puede aplicar a la relación con otras personas.

Vivir situaciones de abuso en la infancia, puede llevarte a relacionarte con los demás de forma poco colaborativa. Es posible que utilices formas más defensivas de relacionarte que vayas pivotando entre patrones de agresividad y sumisión.

Esto hace muy difícil la relación con los demás y en definitiva, puede generar mucha dificultad para “vivir” ya que somos seres sociales que necesitamos a los demás para nuestro desarrollo y bienestar.

Conclusiones

Vivir situaciones de abuso de pequeño, puede acarrear mucha dificultad a la vida adulta.

Si esta es tu situación, la verdad es que me sabe mal que estés pasando por esto. Todas las personas tienen el derecho a crecer en un entorno de seguridad y protección para acabar siendo capaces de desarrollar todo su potencial una vez llegan a adultos.

Darte cuenta de la situación en la que te encuentras a día de hoy, puede ayudarte a entender que todo esto que te pasa tiene una explicación y, además, es susceptible de ser modificado.

Y para acabar, me gustaría comentarte que puedes contar conmigo para ayudarte en esto. Para ello, quería invitarte que tengamos una 1ª Sesión de Valoración totalmente GRATUITA para que puedas compartir conmigo el momento en el que te encuentras y explicarte cómo puedo ayudarte a partir de ahora.

Puedes usar el siguiente enlace para apuntarte a la sesión: https://tristezaenpositivo.com/sesion-de-valoracion/

Espero haberte ayudado un poco con este artículo, al menos a ponerle nombre a todas las dificultades que vienes sintiendo desde hace tiempo y a que sientas que tú también tienes la posibilidad de conseguir desarrollarte plenamente.

Sin duda, lo conseguirás 🙂

No sé si mis dos hemisferios cerebrales están en sintonía o se tiran de los pelos: por un lado me interesa la información científica sobre el comportamiento humano y por el otro también me fascina hablar de espiritualidad y de los tránsitos que realiza el alma durante toda su existencia. Espero que el contenido que publico como poco no te deje indiferente. 

Descárgate AQUÍ mi Guia Gratuita con un ejercicio para empezar a entender el origen de tus sentimientos de inseguridad y frustración.

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Si te sientes débil y vulnerable desde hace tiempo, con esta guía empezarás a superar estos sentimientos.

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