Si llevas tiempo sintiéndote con el ánimo muy bajo, si sientes frustración hacia ti mismo y hacia tu vida y si además tienes hijos, es muy normal que te plantees cómo debes gestionar la tristeza delante de ellos.
Y es que no estamos hablando de que en un momento puntual te pones triste. Llevas mucho tiempo sintiendo una tristeza que siempre te acompaña, que no eres capaz de identificar bien su origen y que no sabes qué tienes que hacer para que desaparezca.
A lo mejor al principio podías disimular estos sentimientos de tristeza delante de tus hijos, pero cada vez te cuesta más. Bien puede ser porque los niños se están haciendo mayores y captan mucho mejor cómo te sientes o porque todos estos sentimientos se están desbordando y te cuesta mucho más contenerlos.
Si esto es lo que te está pasando te animo a que te quedes aquí conmigo porque voy a compartir contigo algunas ideas sobre lo que puedes hacer para gestionar la tristeza que sientes delante de los hijos para que ellos no carguen con problemas que no les son propios.
¿Qué debes hacer para gestionar la tristeza delante de tus hijos?
Lo primero que te diría para gestionar la tristeza, es que no considero que sea bueno esconder este tipo de sentimientos o tratar de disimularlos. Nuestros hijos son muy buenos captando estados emocionales aunque no lo demuestren y ahora te explico por qué:
Los niños nos necesitan para sobrevivir. Ellos solos se verían incapaces de hacerlo, o les resultaría tremendamente traumático. En España no estamos acostumbrados a ver a niños sobreviviendo solos en la calle pero en otros países sí. Es en este sentido, donde se puede ver lo difícil que les resulta la vida.
Pues bien, la forma que tienen nuestros hijos de mantenerse unidos a nosotros para asegurarse su supervivencia, es la de captar y leer muy bien nuestros estados emocionales para adaptarse a ellos.
Debido a esto, si tú llevas tiempo sintiéndote triste o teniendo otro tipo de estados emocionales que te incomodan y tratas de esconderlos delante de ellos, tus hijos se darán cuenta que pasa algo raro y reaccionarán ante eso. A lo mejor no sabrán expresar bien lo que les pasa pero sin duda se sentirán preocupados.
La sinceridad es lo más importante
Debido a lo que te acabo de explicar, para gestionar la tristeza de forma correcta, es bueno compartir con ellos el proceso por el que estás pasando de la forma más sincera y simple posible. Esto no hará que ellos piensen que eres una persona débil o no les generará preocupación por su propia seguridad.
Sincerarte con ellos te ayudará a aliviar la carga que sientes y probablemente te sentirás menos culpable que si les escondieses tus sentimientos.
Por otro lado, ellos dejarán de preocuparse y de imaginarse problemas que no tienen que ver con la realidad.
¿Y cómo decirles lo que te pasa?
Pues de la forma más simple posible. Es probable que no entiendan cómo puede ser que estés triste sin que haya motivos que expliquen estos sentimientos.
Como sé lo difícil que resulta gestionar la tristeza cuando no entiendes por qué aparece, te dejo un enlace a otro artículo de mi blog que habla precisamente de eso: https://tristezaenpositivo.com/por-que-estoy-triste-sin-motivo/.
Los niños pequeños están muy en contacto con sus emociones y normalmente saben por qué se sienten de la forma en qué lo hacen.
También es muy importante que les digas que aunque ahora te sientes mal, o que te sientes mal desde hace tiempo, estás haciendo lo posible por gestionar la tristeza que sientes. Esto les tranquilizará seguro y hará que no se carguen con problemas que no les pertenecen. Algo así como “el adulto se encarga y yo puedo seguir dedicándome a jugar».
Encontrar el equilibrio entre estar mal y disfrutar de tus hijos
Si te sientes triste o vulnerable desde hace tiempo no voy a decir que sea tarea fácil esto de gestionar la tristeza cuando te encuentras delante de tus hijos.
En algunos momentos sentirás que tienes que gastar energía extra para “estar bien sin estarlo” y no porque quieras esconder tus sentimientos delante de ellos sino porque hay una parte de ti que quiere seguir disfrutando de tus hijos.
Está claro, esto implica más esfuerzo que si te saliese de forma natural. Por eso estoy de acuerdo que tampoco es bueno para ti esforzarte demasiado para estar bien la mayor parte del tiempo.
Es importante encontrar un equilibrio que te ayude a sobrellevar estos sentimientos. Si te esfuerzas demasiado, la carga que ya sientes se hará más pesada todavía y te será más difícil gestionar la tristeza con ese peso.
Buscar momentos de soledad
Los sentimientos de tristeza tienden a aislar a la persona. Si a ti también te pasa esto de aislarte, es probable que, al ver que estás perdiendo el contacto con los demás, la frustración que ya sientes aumente. Incluso es posible que te veas a ti mismo como un bicho raro que se esconde del resto.
De todas formas, como te he dicho antes, es importante que encuentres un equilibrio para ser capaz de gestionar la tristeza en diferentes momentos de tu día a día.
Este equilibrio pasa por buscar momentos en soledad y dar rienda suelta a todos estos sentimientos.
No te digo que te “regocijes” en ellos o que los magnifiques, sino que por momentos puedas dejar de esforzarte en estar bien y simplemente dejar que tus estados emocionales se expresen libremente.
¿Qué pueden aprender los hijos de tus sentimientos?
Si empiezas a gestionar la tristeza que sientes cuando estás relacionándote con tus hijos y los tienes en cuenta, estarás contribuyendo a construir una relación de Apego Seguro con ellos. Me explico:
Un estilo de apego seguro ayuda al niño a contar con sus padres cuando tiene problemas porque sabe que ellos estarán allí para sostenerlo. ¿Es posible ofrecer seguridad cuando uno está triste? Pues creo que sí, porque si empiezas a gestionar estos sentimientos y dejas de «invisibilizar» a tus hijos ellos empezarán a confiar en ti.
Algo así como: «Papá o Mamá están aquí conmigo aunque estén pasando por un mal momento».
La sinceridad que ven en ti cuando muestras tus sentimientos porque les explicas cómo te sientes les hará entender que no hay nada malo en estar triste y que cuando ellos se sientan así pueden expresarlo abiertamente (igual que tú lo haces) y buscar ayuda.
Esta forma de actuar más abierta y sincera les ayuda a estar mucho más en contacto con sus emociones y a no esconder cómo se sienten.
Porque, en último término, la tristeza y otros sentimientos parecidos tienen un objetivo positivo o una razón de ser. Esta es la de activar el sentimiento de ayuda y protección en el otro. El problema es que muchas veces la persona que se siente triste no es capaz de aceptar ayuda (porque lo sitúa en una posición más vulnerable) o acaba generando una elevada dependencia de la persona que lo ayuda.
Conclusiones
Como he dicho anteriormente, reconozco que no es fácil gestionar la tristeza, cuando esta se encuentra activa desde hace mucho tiempo y menos hacerlo delante de tus pequeños.
Como conclusión me gustaría que te quedases con la idea de no sentirte culpable con los sentimientos que estás teniendo. Tus hijos agradecerán que no cargues con la culpabilidad y se sentirán mucho mejor si puedes sincerarte con ellos.
Por otro lado me gustaría comentarte que considero importante no darse por vencido con estos sentimientos. Aunque haga tiempo que te sientas triste o sientas frustración con tu vida es bueno que puedas trabajar con ellos para lograr suavizarlos.
En este sentido yo puedo serte de ayuda para gestionar la tristeza que sientes.
Seguidamente, te dejo un enlace donde te explico cómo puedo ayudarte a hacerlo, y conseguir mayor seguridad y confianza en ti: https://tristezaenpositivo.com/trabaja-conmigo/
Si te ha parecido interesante el artículo y te ha dado ideas para empezar a gestionar la tristeza y, sobre todo, cuando te encuentras delante de tus hijos te pediría el pequeño favor de compartirlo a quien creas que le puede ayudar.
Una buena forma es compartirlo en tus redes preferidas. De esta forma me ayudas mucho a darle difusión y ayudas a otras personas que llevan sintiéndose tristes desde hace mucho tiempo, y ven como la angustia se les hace más grande en el momento que tienen hijos.
Muchas gracias.
