Supongo que si estás leyendo este artículo es porque posiblemente estés arrastrando el peso de la culpa sobre tus espaldas.
Si consigues superar los sentimientos de culpa vivirás con mayor ligereza. También tendrás mayor capacidad para hacer frente a los típicos retos de la vida y para cumplir con los objetivos que te vayas proponiendo.
Pero, para superar los sentimientos de culpa, necesitas saber de dónde vienen y qué es lo que están simbolizando.
En cualquier caso, quedarse estancado en la culpa, no va a ser de mucha ayuda. Lo único que se consigue es sufrimiento gratuito, ya que, la culpa no ayuda a avanzar ni a solucionar los problemas que hacen sufrir a la persona que los tiene.
Sería algo así como si vivieses cargando con una enorme piedra a tus espaldas. Imagínate lo difícil que sería para ti hacer tus tareas diarias con esa piedra; superar retos y objetivos se haría imposible.
Si quieres saber qué suele haber detrás de la culpa y qué puedes hacer para sobreponerte a ella, quédate conmigo leyendo este artículo.
¿Cómo se explica el sentimiento de culpa?
Si existe un sentimiento de culpa, es porque existe en ti la valoración de haber actuado de una forma que consideras como errónea hacia terceras personas (que normalmente tienen mucho valor para ti).
La culpa es un sentimiento que va muy de la mano con la necesidad de sentirse aceptado socialmente. A nivel evolutivo, posiblemente no exista ningún sentimiento que se le parezca a este en el reino animal, como sí pasa con el miedo o la rabia.
Podría decir, casi sin equivocarme, que el sentimiento de culpa es exclusivamente humano. Esto pone en evidencia la necesidad que tiene el ser humano de ser incluido en sociedad y la necesidad que existe detrás de la culpa podría ser esa: la de ser aceptado en el grupo o en la familia o clan.
Entonces, como resumen, comentarte que el sentimiento de culpa tiene que ver con comportamientos hacia otras personas, que el que los hace tiende a valorarlos como negativos o en desacuerdo con su escala de valores personal y con la escala de valores que se acepta familiar y socialmente.
Llegados a este punto, me gustaría profundizar un poco más en el concepto del sentimiento de culpa y comentarte que en realidad existen 2 clases de culpa:
La "Culpa Sana":
La «Culpa Sana» es la que se acercaría más al concepto de RESPONSABILIDAD y apunta más a la conducta y menos a la persona en su conjunto.
Gracias a que somos personas libres, tenemos la capacidad de actuar de diversas formas y eso hace también que podamos equivocarnos. Si somos capaces de darnos cuenta de que nos hemos equivocado, generando un agravio al otro, y de aceptar esa «culpa sana», podemos repararlo y mejorar nuestros comportamientos.
El centro de atención se sitúa en el otro, en la persona dañada, y el motor que nos mueve tiene que ver con el cuidado y el amor hacia el otro.
Este tipo de culpa nos mueve a querer reparar el daño generado en el otro, en lugar de quedarnos estancados en el sufrimiento personal.
Este tipo de sentimiento, no trata de hacer daño a uno mismo porque, como ya he dicho, lo que se evalúa no es a la persona sino a la conducta (No hablamos de una persona errónea, sino de una conducta equivocada).
Gracias a este sentimiento, podemos reparar la conducta realizada y fortalecer los vínculos con el otro.
Date cuenta como la culpa entendida de esta manera, nos ayuda mucho a permanecer incluidos dentro de nuestro círculo social más inmediato.
La "Culpa Insana"
En este tipo de culpa, la persona se siente toda ella como errónea. Existe un elevado autodesprecio que tiende a englobar a toda la persona en su conjunto, fomentando conductas agresivas hacia uno mismo que acaban derivando en la pérdida de autoestima.
Aquí la persona es incapaz de evaluar la conducta puntual y acaba enjuiciando negativamente a todo el conjunto de su ser.
El centro de atención no se pone en el otro, que suele acabar desapareciendo, sino en uno mismo y en lo dañado que se encuentra el propio autoconcepto (la persona suele definirse a sí misma de una forma muy peyorativa).
Muchas veces, la energía se queda estancada en el pasado en lugar de utilizarla para buscar soluciones a un posible conflicto. No ayuda a pasar a la acción y la persona se acaba bloqueando movida por la pasividad y en el sufrimiento.
Es muy común, a parte de sentir culpa, también sentir rabia. La persona no se ve capaz de expresar la rabia hacia afuera y acaba impactándola en sí misma teniendo pensamientos agresivos hacia uno mismo o conductas autodestructivas como el consumo de alcohol u otras drogas, conductas autolesivas o posibles trastornos de la conducta alimentaria.
En este tipo de culpa, también opera una necesidad de pertenecer al clan, aunque se encuentra negativizada: la persona siente que debido a las acciones hechas ya ha sido desterrada del clan y se culpa y se auto agrede por ello.
Cuando alguien está anclado en este tipo de culpa, es incapaz de aceptar el perdón por parte del otro y el perdón de uno mismo hacia sí.
Si en este artículo hablo de superar los sentimientos de culpa, me estoy centrando bastante más en este tipo de culpa que en el anterior porque es el que suele generar más sufrimiento.
Básicamente la idea sería poder transformar un sentimiento de culpa insano por otro más sano y desde ahí realizar acciones para superarlo.
¿Te identificas con lo que escribo?
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Los sentimientos de culpa que se acarrean desde la infancia
Para conseguir superar los sentimientos de culpa es imprescindible que entiendas cuándo se crearon y cuál era el contexto.
Si esos sentimientos de culpa los llevas acarreando desde la infancia o desde el principio de la adolescencia, imagínate cuanto tiempo llevas arrastrando ese peso del que te hablaba al principio del artículo.
En este caso, cuando la culpa viene de la infancia, se me ocurre que pueden pasar varias cosas:
- Que el niño o la niña se responsabilice de cosas que le pasan a los mayores: problemas económicos de los padres, discusiones o separaciones, etc. En este sentido, el niño muchas veces es incapaz de separarse de estos problemas y si los padres no le dicen de forma explícita que todo esto que pasa no tiene que ver con él, puede llegar a «hacérselo suyo».
- Que el niño/a empujado por su instinto de supervivencia actuase de forma muy poco bien vista por la sociedad frente a diversos tipos de agresión o abuso generadores de experiencias traumáticas. Por ejemplo, en casos de abuso sexual el sometimiento genera mucha culpa ya que la persona siente que no hizo nada para impedir ese abuso.
- Que el niño o adolescente realizase conductas mal vistas en el entorno familiar y fuese rechazado por realizarlas sin recibir una explicación o la oportunidad de rectificar.
Entender esto ayuda a empezar un camino de liberación para la persona:
Lo que sea que pasase, ya pasó. No podemos hacer nada para evitar lo que pasó, pero sí que podemos comprender de forma profunda por qué tuvimos que actuar de la forma como lo hicimos e integrar ese aprendizaje en nuestro bagaje de vida (porque toda situación, por dura que sea, es susceptible de generar un aprendizaje).
Siguiendo esta línea, me gustaría compartir contigo un video de mi canal de Youtube, con un ejercicio para ayudarte a superar los sentimientos de culpa que vienen más desde la infancia.
¿Qué más puedes hacer para superar los sentimientos de culpa?
¿Qué puedes hacer tú ahora mismo para empezar a deshacer esta carga que no te permite avanzar en la vida?
Tal como te he dicho anteriormente, muchos de los sentimientos de culpa se fundamentan en hechos dolorosos que la persona vivió cuando era pequeña. Como el niño o la niña pequeña no sabía en ese momento qué estaba pasando, no pudo realizar ningún aprendizaje e integrar la situación en su bagaje de vida.
Debido a eso hay preguntas sin responder, sentimientos y emociones que no se entienden y mucha culpa por todo lo acontecido.
Para superar los sentimientos de culpa es importante entender que estos sentimientos no sirven para reparar nada de lo que hiciste en el pasado. Sentir culpa no es el precio que tienes que pagar en el presente por nada que hiciste en el pasado.
De igual modo, ninguna conducta, por equivocada que sea, tiene que ser susceptible de enjuiciar negativamente a todo el conjunto de la persona. No es necesario hablar de personas erróneas sino de conductas equivocadas.
Tampoco mereces ser apartado del clan familiar o de la sociedad por nada de lo que hiciste: Funcionaste de la mejor forma que supiste para lograr sobrevivir. Y si tienes el sentimiento de que has sido apartado por ser como eres o ser quien eres, sin duda la responsabilidad no es tuya sino de tus figuras de referencia.
Para acabar con esto, me gustaría comentarte que lo más importante para superar los sentimientos de culpa, radica en la fuerza y el poder del PERDÓN: poder recibir el perdón de los demás, ser capaces de pedir perdón y ser capaces de perdonarnos.
Todo conflicto necesita del “perdón” para ser solucionado. Es necesario que te perdones a ti mismo y también es necesario que puedas recibir el perdón de las personas posiblemente agraviadas.
También ayuda mucho a superar los sentimientos de culpa el ser capaz de perdonar a las personas que en el pasado te hicieron daño. Esto no es fácil y no se puede hacer «a lo loco».
El concepto es el de devolverle la carga a la persona que te ha hecho daño, pero como el tema de perdonar a los agresores es muy delicado, prometo escribir un artículo en el futuro hablando de esto.
Por el momento te dejo aquí una frase para que veas cómo resuena en ti:
“Te devuelvo tu carga para que hagas con ella lo que consideres necesario.
A partir de ahora rompo los lazos dolorosos que nos unen y soy capaz de perdonarme por lo que hice.
Reconozco la fuerza y el valor que siento ahora, entendiendo que tú has formado parte del proceso para conseguirla. Desde aquí soy capaz de agradecer y de perdonar por todo lo ocurrido”.
Espero que este artículo te ayude a entender de dónde viene la culpa que puedes sentir y a saber qué tienes que hacer para superar los sentimientos de culpa que arrastras contigo.
¡Un abrazo!