Desde la teoría del apego afectivo, se dice que los niños cuando son pequeños se unen instintivamente a quien cuida de ellos con el fin de sobrevivir.
Esta supervivencia incluye la satisfacción de todo lo necesario para el desarrollo físico y la satisfacción de otras necesidades más emocionales como la necesidad de sentirse seguro y protegido.
Si como adulto sientes que tienes fuertes sentimientos de inseguridad y falta de confianza en ti, es posible que estos sentimientos se hayan creado a partir de una de estas experiencias vitales:
- De pequeño sentiste repetidamente que el vínculo afectivo con tus figuras de referencia (probablemente tus padres) no era seguro. Tus padres no lograron crear una relación de apego seguro contigo.
- Has vivido alguna una situación muy impactante (de pequeño o ya de adulto) que la interpretaste tan amenazante, que creíste que no llegarías a sobrevivir.
En este artículo, te hablaré del primer punto utilizando la información que nos aporta la teoría del apego afectivo.
Teoría del Apego afectivo y tipos de apego
Para empezar con la teoría del apego afectivo, lo primero que quiero hacer es explicar a qué hace referencia la palabra apego:
Apego hace referencia a la vinculación o la necesidad de estar en contacto con algo o con alguien.
Se puede sentir apego a cosas materiales y en mi modesta opinión, esto no es problemático. Posiblemente un apego muy elevado a lo material sí que puede generar sentimientos de insatisfacción, vacío o infelicidad.
Como este artículo no va de esto, te dejo por aquí otro artículo que a lo mejor te puede interesar.
¿Por qué te comento esto del apego material? Pues ahora te lo explico…
La teoría del apego afectivo hace referencia a la vinculación especial y profunda que un niño o niña genera con sus cuidadores (padres o tutores, si los anteriores faltan) desde el nacimiento que le ayudará a desarrollar su forma de ser y a relacionarse con los demás.
En muchas ocasiones, desde algunas orientaciones espirituales o pseudo espirituales, se habla de la necesidad de combatir el apego y de desapegarse. Es posible que, si lees o escuchas eso, puedas llegar a pensar que tener una relación de apego con tus padres pueda llegar a ser negativo. Nada más lejos.
Estas orientaciones hablan más del apego a lo material, por eso he querido hacer esta distinción al principio del apartado.
Bueno, seguimos:
El niño pequeño siempre tratará de vincularse, o apegarse, con sus cuidadores porque por él solo no puede sobrevivir. Por tanto, siempre existirá algún tipo de relación de apego entre ellos (siempre tratará de vincularse de algún modo). Es más, el niño siempre buscará la mirada o el amor de sus padres a cualquier precio.
En este sentido, la teoría del apego afectivo nos habla de 2 posibilidades dentro de este tipo de relación entre los niños pequeños y sus cuidadores: Que sea una relación de seguridad, donde hablaremos de apego seguro o que la relación no sea segura, y hablaremos entonces de apego inseguro.
- Apego seguro: El niño aprende que sus cuidadores van a estar disponibles para atender sus necesidades cuando sea necesario y lo van a hacer de forma incondicional (sin que el niño tenga que hacer nada para merecerlo).
- Apego inseguro: El niño se da cuenta de carencias repetidas en su cuidado. Llega a aprender que el cuidador no va a estar allí cuando lo necesita. Con el tiempo, cuando sea más mayor, acabará reaccionando a sus cuidadores (y al resto de personas) o aislándose o poniéndose muy nervioso y haciendo mucho “ruido” para evitar la separación.
El cuidador como lugar seguro
Tal Como te he dicho, el bebé y niño pequeño depende de sus cuidadores para sobrevivir y desarrollarse. En este sentido, será muy importante para él sentir que el cuidador es un lugar seguro para él, para satisfacer esas necesidades básicas y para aprender a relacionarse emocionalmente con el cuidador y con el resto de las personas cuando sea un poco más mayor.
¿Qué necesita mostrar el cuidador para ser considerado “lugar seguro” para el bebé o niño pequeño?
- Debe ser una persona que reflexione sobre las conductas del niño y que trate de entenderlas en cada situación.
- Es importante que sea sensible a las señales que el niño le envía.
- Tiene que responder con la intensidad y respuesta adecuada a las demandas y necesidades del niño.
- Tiene que estar disponible. Que cuando el niño lo busque o lo solicite, que esté.
- Es necesario que pueda validar las emociones que siente el niño en cualquier momento. Por ejemplo: si el niño siente miedo en un momento dado, que el adultop pueda hacer sentir al niño que su miedo el válido, en lugar de decirle: “Pero si esto no da miedo”.
Comportase así con los hijos, no es algo de “todo o nada”. Puede ser difícil mantenerse escrupulosamente impecable en todos estos puntos, teniendo en cuenta que muchas veces los pequeños nos llevan a los límites.
Está bien sentir que lo hacemos lo mejor posible y que los padres también nos equivocamos.
Pero ¿Qué pasaría si el niño siente repetidamente y de forma prolongada que sus papás u otras figuras de referencia no son un lugar seguro para él?
Te lo explico en el siguiente apartado:
Cómo se puede explicar la inseguridad emocional de un adulto desde la teoría del apego afectivo
Un niño pequeño nunca decidirá por él mismo abandonar a sus padres para “seguir su camino” y satisfacer sus necesidades básicas o emocionales por él mismo, si estos no son capaces de hacerlo. Nunca hará esto ya que los necesita para sobrevivir, tal como he dicho al principio. En este sentido, será él el que tratará de modificar sus necesidades para sentir que sus padres le aceptan y están por él.
Por otro lado, los bebés y los niños pequeños tienen una autorregulación muy limitada. Son muy propensos a desbordarse emocionalmente. Lloran desconsoladamente si le quitan un juguete o pueden llegar a sentir un miedo terrible y paralizante si se quedan solos por un momento o en el momento de acostarse.
Los padres o cuidadores son la figura que les ayuda a conseguir esta regulación y lo hacen a partir de la vinculación afectiva segura.
Gracias a la relación con sus padres y a la seguridad que ellos ofrecen, los niños acaban calmándose y volviendo a un estado de activación más normalizado.
La teoría del apego afectivo nos puede ayudar mucho a entender los sentimientos repetidos de inseguridad y falta de confianza en uno mismo, viendo las implicaciones que acabo de comentar cuando estos niños llegan a adulto.
Te lo muestro en los apartados siguientes:
El abandono de las propias necesidades para ser aceptado
Cuando el estilo de apego con los cuidadores es inseguro, el niño vive la relación con ellos entre ligera y elevadamente amenazante.
Puede ser que haya violencia verbal o física en el hogar o puede ser que el niño se de cuenta de que el adulto no está disponible para él…
Sea como fuere, la primera reacción del niño es la de eliminar o transformar sus necesidades, para tratar de que sus padres lo tengan en cuenta ahora y lo acepten de ese modo. Esto lleva a la persona a un proceso de negación de lo que ella es (como si se negase a sí mismo).
Cuando una persona niega de forma reiterada sus necesidades, acaba desconectándose de ella misma hasta el punto de no saber cómo y quién es en realidad. El desconocimiento de uno mismo está en la base de la falta de confianza.
“¿Cómo voy a confiar en mí si no sé muy bien ni quién soy?”. En este artículo del blog: “Por qué tengo la autoestima tan baja” desarrollo un poco más este concepto enlazándolo con lo que implica y lo que no implica tener una buena autoestima.
La dificultad de autorregularse
Como he dicho antes, cuando somos pequeños, los padres actúan como agentes reguladores de nuestro Sistema Nervioso. Si el niño se hiperactiva, los padres le ayudan a calmarse y a que vuelva a un estado más tranquilo y saludable.
Si esta función no se llevó a cabo cuando uno es pequeño, de mayor no habrá aprendido bien a hacerlo por él solo. No tendrá una referencia de cómo puede autorregularse porque no pudo aprenderlo observando cómo lo hacían sus padres por él mismo.
Vivir sin tener la capacidad de autorregularse a expensas de que los acontecimientos externos puedan generar estados de hiperactivación incontrolables, suele crear un estado de inseguridad bastante frustrante y difícil de gestionar.
Por otro lado, y para acabar con estos conceptos de cómo la teoría del apego afectivo puede explicar los sentimientos de inseguridad emocional, si desde pequeño la persona siente que las relaciones con los que están más cerca fueron relaciones de muy poca seguridad acabará extrapolándolo al resto de relaciones íntimas y sociales.
Las relaciones en general pueden sentirse como no seguras del todo y llevar a la persona al sentimiento de que se tiene que estar protegiendo continuamente de ellas de algún u otro modo.
Conclusiones
Si llevas tiempo teniendo sentimientos de inseguridad al relacionarte con los demás y te das cuenta de que te cuesta confiar en ti, espero que lo que he compartido en este artículo sobre la teoría del apego afectivo, te haya ayudado un poco a entender mejor estos sentimientos.
Sin duda, vivir de este modo puede llegar a ser muy frustrante para ti. Así que toda la información que te ayude a entenderte y aceptarte un poco más, creo que puede ser bien recibida.
Mucho ánimo en tu camino. También me gustaría decirte que me tienes aquí por si necesitas comentarme alguna cosa. En este sentido te animo a que uses los comentarios que hay debajo del artículo para compartir conmigo lo que quieras.
